"Juan Guerrero era amigo de los poetas y tomó estas imágenes en 1928 como un esbozo de lo que después sería un documental", contó ayer Zarza durante la presentación de la película. El cineasta, director del filme junto a Fernando G. de Canales, también explicó el porqué de la tardanza en mostrar las imágenes al público: "Fueron grabadas con una cámara Pathé Baby de 9,5 milímetros y había que restaurar fotograma a fotograma. Para ello tuvimos que construir un nuevo proyector y pasar esos fotogramas a 35 milímetros. Después llegaron gestiones muy variopintas hasta financiar el proyecto". Finalmente han sido el Instituto Cervantes el documental se puede ver en sus 72 centros y la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC) las instituciones encargadas de que saliera adelante.
Muchas fotografías
El estilo del documental está muy cercano al de las vanguardias cinematográficas de los años treinta. Los fotogramas se mezclan a modo de collage con dibujos e ilustraciones y también con muchas fotografías. De hecho, predomina más la imagen fija que la dinámica. "Es lo que se ha encontrado", se excusó Zarza.
A pesar de ello, estremece ver a García Lorca presentar sus Bodas de sangre en Buenos Aires. O a Luis Cernuda mientras pasea por el Alcázar de Sevilla antes de 1936, año en que fueron separados.
Video: http://video.publico.es/
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