VERTICALIDAD INFINITA
No quiero caminar de frente, como la rana,
ni de lado, como el cangrejo,
ni hacia atrás, como el hombre asustado.
Quiero bajar, como el renacuajo,
al fondo
de las aguas.
O hacia arriba, como el ave
que persigue
una libélula
y no le quita ojo hasta haberla tragado,
sobre mil quinientos
árboles
cubiertos de nieve,
sobre los techos,
sobre las nubes, donde respirar cuesta tanto
como en el mar.
Donde una pluma, desprendida del ala,
vuela años de vientos
hasta tocar suelo.
Ciudad de elefantes, Amargord Ediciones. Saldrá en octubre de 2010.
5 comentarios:
Brutal, infinitamente sutil...
Gracias... de verdad.
tiene latido propio...como de costumbre, me quito el sombrero (mi gorrito mejor) ante tus poemas
OYE ESTELLE, TE LO HE PILLADO EL POEMA, SIN TU PERMISO, PARA LA COLUMNA LATERAL DE MI BLOG, DONDE SUELO COLGAR POEMAS DE LA PEÑA QUE LEO, MUY BUENO POR CIERTO.
Cómo me va a molestar!! Todo lo contrario! :)
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