viernes, 11 de junio de 2010

LA HIJASTRA DE JOB, Carmen Garrido Ortiz



Premio de Poesía Andalucía Joven

Editorial Renacimiento

Publicación: 2009

ISBN: 978-84-8472-433-9


Tierna y aRmada

Carmen arranca sentimientos. Logra situarnos en una habitación bonita, soleada –fuera rosales, media mañana, olor a flores y a seres ausentes–, con su taza de té, su manta, su música y sus fotografías. Así imagino la habitación desde la que Carmen nos habla, y está repleta de ternura y de separación. Su poesía llega directa al alma y nos abandona blandamente, tristemente, dejándonos con una sonrisa amarga. Sus imágenes son azules y blancas, cotidianas, salpicadas de asociaciones entre un estado y una fuente: la taza de Sèvres, la luz de París, las tardes de dominó, de cine y de primaveras.

Sus versos respiran, añoran pero se oxigenan, y nos hacen tener frío y sentir, al tiempo, las manos calientes abrazando la taza o el aliento cercano de quien se acaba de marchar.

La primera parte del libro: Desnuda, es una de las más cautivadoras declaraciones de amor. Son una despedida brutal. La muerte y ese vacío desolador aparecen a menudo en sus poemas, así como el tiempo y su inclemencia.

No quiero ser Chillida: “Me has dejado como una de esas esculturas de Chillida / agujero en medio por el que pasa el viento / el resto, oxidado, permanece buscando el trocito que le / quitó el escultor. / Se agotaron las madrugadas y las luces de la luna sobre el / mármol del patio / se agotaron los oxígenos de la comedia, los antibióticos de / cuarta generación y las sábanas sin iniciales…”

Para Carmen la felicidad es a priori simple de conseguir. Pero se encuentra con la realidad y trata de esquivarla y le implora pequeños paréntesis en los que volver, retornar a aquello que hace más falta que el aire. Carmen nos pide prestado un trocito del alma y logra respirar otro poco durante nuestra lectura.

“Yo me volvería niña de quince años, inquieta y desconcertada, mientras me explicas a Hipócrates y los teoremas de la vida que no son sino la dignidad de las espaldas curvadas, el sabor de la tinta sobre los papeles reciclados y los sábados de dominó. Y el gusto amargo de un Montecristo, claro.”

Es una mujer delicada pero vestida de guerra; se enrosca, busca auxilio y termina por levantarse. Sus verdades son como puños en la cara.


CARMEN GARRIDO ORTIZ

(Córdoba, 1978). Periodista y máster en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense. En la actualidad reside en Madrid donde es profesora de Literatura en AJI (Asociación de Jóvenes Inmigrantes de Madrid). Ha trabajado en Diario de Córdoba y en la sección cultural del ABC de Córdoba. En su trayectoria literaria destaca la publicación de relatos en las antologías El relato más corto del verano (2008) y El cuento, por favor (2007). Colabora en diversos medios digitales y es autora del blog literario “La Dama de Verde”

1 comentario:

Ángel Muñoz dijo...

anotada la propuesta.