jueves, 4 de diciembre de 2008

27 paraguas: LIBRO DE LA SEMANA en el ABC digital

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«27 Paraguas», el primer poemario de Estelle Talavera Baudet


INÉS MARTÍN RODRIGO
MADRID
Actualizado Jueves, 04-12-08 a las 19:47

Al poco tiempo de su aparición ya se mueve «27 Paraguas» como un pez por las aguas de su segunda edición. Editado con gusto por la Asociación Cultural Los Amigos de Yorick, es éste el primer libro de Estelle Talavera Baudet, que se zambulle en la irrealidad de lo público con claras intenciones de gustar, de conmover, de seducir con su ternura, su belleza y sus luminosas intenciones al raro lector de poesía.

¿Por qué posee tal velocidad de salida un primer libro? A veces sucede. Pero es raro, pues ocurre en un ámbito excesivamente reducido para achacarlo a la moda que, por supuesto, lo ignora. En esta ocasión, la seducción la ejerce el libro por su frescura, por su indudable ser otra cosa, porque abre las ventanas de la cerrada habitación de la poesía oficial.

«27 paraguas» aporta nuevos temas, originales enfoques y ángulos de observación imprevistos, no acostumbrados, propios de quien escribe desde la intuición y la inspiración, con una música particular, de hoy, de jazz silbado mientras se anda por la calle con las manos en los bolsillos y el amor por la vida en los ojos. Libro en apariencia sencillo, posee la complejidad de la simplicidad, del pulso mantenido en las venas que riegan las cosas como son sin que nosotros lo advirtamos.


"La seducción la ejerce el libro por su frescura,

por su indudable ser otra cosa,

porque abre las ventanas de la cerrada

habitación de la poesía oficial."

Las variables que utiliza Estelle Talavera en su ecuación no difieren de las de la poesía de todos los tiempos, pero lo hace de otro modo. Son éstas el tiempo, la ternura, la belleza, la vida que transcurre, el amor que transcurre: todo ello transformándose en sombras delicadas o profundas, en reflexión involuntaria, en tristeza, en poesía. Y, muy acusadamente, la sensibilidad de lo simultáneo, de la enorme cantidad de vida que comparte el instante con nuestro más mínimo acto. El asombro ante la magnitud de la existencia.
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